viernes, 6 de febrero de 2015

Festividad de Santa Águeda

   


     El 5 de febrero se celebra la Festividad de Santa Águeda, abogada de las enfermedades de las mamas y cánceres de pecho. 

     Esta fiesta se celebra mucho en la zona norte de España, Aragón, País Vasco, Navarra, Zamora, Valladolid, Meseta Norte...pero es bastante desconocida en el Sur y en Cataluña. Es, junto a San Ramón Nonato, Patrón de los malos partos y cesáreas; de los santos más reclamados por las mujeres.

     Desde antiguo, se representa a la Santa con los pechos cortados sobre una bandeja en la mano izquierda y, en la derecha, la palma: atributo y símbolo de la pureza y del martirio.

     Santa Águeda vivió en la Sicilia del siglo III d.C. Nacida en Palermo, siendo Presidente de Sicilia Quinciano. Era joven noble, rica y honesta y muy hermosa. En aquel tiempo, se promulgó un edicto obligando a los cristianos a sacrificar a los dioses y Águeda fue llevada ante Quinciano quien, prendado de ella, quiso rendirla entregándola a la Vieja Frodisia y a sus cinco hijas quienes, siendo de vida disoluta, conseguirían obrar en ella un rápido cambio de opinión. Pero como pasara el tiempo y Águeda persistiera en su postura, fue llevada de nuevo ante Quinciano. Éste, irritado por la tenacidad de la virgen, mandó abofetearla y después encerrarla. Al día siguiente, fue llevada de nuevo ante el tirano quien, viendo a la joven firme en sus convicciones, mandó cortarle un pecho a cercén y encarcelarla sin permitir que médico ninguno la atendiese y sin comer ni beber nada. Pero estando en la prisión se le presentó San Pedro, en figura de un viejo guiado por un joven que portaba una antorcha. El viejo portaba unos ungüentos con intención de sanar a la joven, pero ante la negativa de ésta que prefería la mortificación y el dolor.

     Otra vez ante Quinciano, éste mandó esparcir por el suelo brasas y pedazos de teja para restregar por ellos el cuerpo de la Santa. 

     Sacudió entonces el Señor a Catania con un gran terremoto que produjo la muerto, entre la de otros muchos, de amigos personales de Quinciano. La multitud se congregó entonces frente al Palacio pidiendo la liberación de Águeda, pero Quinciano no queriendo liberarla la devolvió a la cárcel, donde murió el 5 de febrero de 252, siendo Papa San Cornelio.

     Avaricioso Quinciano, quieo apoderarse de las riquezas de la virgen pero, mordido y coceado por un caballo, se ahogó en un río sin que su cuerpo fuera encontrado jamás.

     Ese día se dice que "mandan" las mujeres y, en teoría, no deben realizar tareas domésticas, sino ir a venerar a la Santa y celebrar la festividad. Grupos de "Águeda" salen y quedan para ir a misa y luego comer o cenar con las amigas y, sobre todo, bailar. Y, desde hace unos años, se ha puesto de moda ver algún que otro espectáculo picante con algún "boy" incluido...(si la Santa levantara la cabeza...jajajaja). Todo sin la presencia de hombres. Y lo más importante es comer un pastel típico de ese día que se llama "Teta de Santa Águeda", hecho de bizcocho y relleno de trufa, coronado con una guinda que simula los pechos de la Santa, y que está de muerte (el bizcocho).

     Particularmente, en el pueblo de Grisen (Zaragoza) lo que se hace el día de la Santa es la misa donde la veneramos  luego el cura pasa por los bancos rociándonos agua bendita con el hisopo, para terminar con un chocolate en el bar, sólo para mujeres. Y el sábado siguiente a la fiesta, celebramos la cena y el baile para las que trabajan o están fuera y puedan acudir (yo en 20 años sólo he faltado dos veces), en el Pabellón Municipal, donde acudimos todas las mujeres del pueblo: viejas, jóvenes y niñas. Niños varones no se admiten aunque sean pequeños y han de quedar al cuidado de terceros. En ese evento, elegimos a la Alcaldesa, la nueva Junta de la Asociación de Mujeres y hay hasta sorteos, bingos a muerte, pero a muerte, reparto de regalos donados por los comercios del pueblo y muuuuuucha diversión. ¡Imagináos muuuuuchas mujeres celebrando su día y los decibelios que se llegan a alcanzar en el recinto! porque silenciosas no somos, precisamente. Después de la cena, cuando todo ha terminado, entonces se abren las puertas y de deja entrar a los hombres y se les invita a un café y pasteles para compensarles de la espera. Y da comienzo el baile hasta que el cuerpo aguante.

     Ya sabéis, Tereles, tenéis que empezar a celebrar el 5 de febrero...



 

4 comentarios:

  1. Gracias por contribuir a ampliar nuestros conocimientos, Helen.
    Me ha gustado conocer esta historia, aunque es muy triste como la de todas las santas. Pero lo que más me ha gustado es saber cómo se celebra actualmente.
    Y sí, vamos a tener que incorporar el 5 de febrero al calendario de eventos tereles :)
    Bssssss

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho el post Helen. Como el anterior, me gusta como lo has redactado porque te quedan interesantes al igual que simpáticos. Espero impaciente el próximo, A ver de que se te ocurre hacerlo.
    Muackkkkssssssss !!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. elena fenandez9/2/15, 8:02

    gracias charete, seguro que en breve me ocurre alguna cosa que quiero compartir. Besos

    ResponderEliminar
  4. ¡Muchas gracias, Helen! Muy interesante, pero debo reconocer que me ha dejado el cuerpo cortado la historia de esta pobre santa. ¿Qué fe tan enorme para dejarse hacer todas esas cosas, no? A partir de ahora, le rezaré a ella también.¡Gracias!

    ResponderEliminar

¡¡¡Gracias por participar!!!